Después de recibir la noticia de que se convertiría en abuela, la empresaria cordobesa llamó al arquitecto Roberto Benito y a la interiorista Nancy Silvestro para encargarles la reforma integral […]
Después de recibir la noticia de que se convertiría en abuela, la empresaria cordobesa llamó al arquitecto Roberto Benito y a la interiorista Nancy Silvestro para encargarles la reforma integral de su departamento en San Francisco, al este de la capital provincial. A la llegada de su primera nieta se le sumaba el hecho de que sus tres hijos ya se habían independizado y era prioritario pensar en cómo redistribuir los espacios de acuerdo a sus múltiples actividades. “Nuestra clienta buscaba un cambio de vida. Del departamento original no quedó nada, solo los objetos de arte. Nos pidió especialmente que en el nuevo plano proyectáramos su escritorio junto al cuarto de juegos de su nieta”, recuerda Silvestro.
Dos años más tarde, la intervención dispuso el living comedor, la cocina y el home theater en el núcleo del departamento; a un lado se ubicaron los cuartos de visitas y, en el otro extremo, los ambientes destinados a la propietaria: suite con vestidor, sala de arte y gimnasio. Las terrazas y patios se pusieron en valor con la incorporación de pergolados con cañas, el jacuzzi y un jardín de invierno. Con la intención de crear un escenario “que no sume información ni compita” con la colección de arte, Benito y Silvestro integraron los distintos ambientes mediante el uso de los mismos materiales y tratamientos.
Es decir, techos y paredes revestidos por un texturado ultrafino con veladura que da “un efecto similar a la piedra París”, pisos de roble de Eslavonia -en reemplazo del parquet original- y muebles de cocina y del home theater en madera enchapada color ébano. En cuanto a los textiles, las cortinas fueron confeccionadas en lino belga y se sumaron carpetas neutras tejidas artesanalmente a las alfombras kilim.
El resultado invita a la ilusión de una nueva etapa.