Arquitectura Diseño Edición Nº 194

URBANIDAD PORTEÑA

La acción trazada sobre este departamento de la Avenida Alvear, ubicado dentro de un edificio tradicional, se materializó sobre un ideario que le aportó su rasgo singular: “Contemporáneo pero atemporal, […]

“Decidimos potenciar la chimenea y acompañarla con dos bibliotecas que hicieron que el living adquiera un equilibrio de materialidad y espacialidad”. Las mesas ratonas son un diseño del estudio hecho a medida en madera roble natural y mármol Covelano, que encontraron unidad con el revestimiento negro.

La acción trazada sobre este departamento de la Avenida Alvear, ubicado dentro de un edificio tradicional, se materializó sobre un ideario que le aportó su rasgo singular: “Contemporáneo pero atemporal, sofisticado pero relajado”, en palabras de la interiorista Andy Forn, quien estuvo a cargo de la tarea. Contrastes, acentos, carácter, y una paleta neutra y unificada en todo su recorrido también formaron parte de los aspectos que intervinieron en el proyecto desde el inicio.

El mobiliario de la cocina, en laca SW7029 de Sherwin-Williams y melamina roble Kendal, también fue un proyecto del estudio. En el comedor, una mesa para 12 personas, de Andy Forn Casa, en roble natural teñido de negro. Acompañan un dúo de lámparas colgantes y dos consolas vajilleras de Hábito. Por encima, una obra de Natalia Abot realizada para este espacio.

El living, comedor y escritorio están ligados en materialidades y, a su vez, delimitados por puertas corredizas. “Se trabajaron estos tres espacios en conjunto integrándolos con un revestimiento en paraíso poro abierto laqueado en el living y el estar, para crear el efecto de un ambiente único que pueda ser usado como un soporte en caso de un gran evento”. Los tonos van desde el negro a grises cálidos y terminan en la transparencia del blanco de los sillones para otorgarle un descanso visual.

La cocina y el comedor diario debían estar integrados, pero separados. “Es por eso que se generó una división vidriada y transparente que otorga mayor amplitud visual, pero que conserva independencia entre los espacios”. Los grises claros elegidos para estos ambientes derivan directamente de los tonos del living y el comedor, ya que este sector es un apéndice de una paleta más clara donde la luz natural disminuía de forma significativa.

En el cuarto principal se decidió trabajar tonos beige. Linos naturales, terciopelos y algodón fueron los tejidos elegidos. Una esquina con un silloncito y una mesa auxiliar completan el espacio. Respaldo curvo de la cama y sillón de Andy Forn Casa. Las mesas de luz son de Hábito, banqueta de Colección Aldacour, obra de María José Antelo sobre la cabecera.

“En la remodelación se respetó la arquitectura tradicional de aberturas y molduras, y en cuanto a la decoración e interiorismo se trabajó sobre una idea urbana”, dice Andy. Los propietarios querían renovar desde cero su vivienda y dejaron la planificación y ejecución en manos del estudio en plena confianza. Buscaban entornos dinámicos y cien por ciento habitables. “No querían una casa museo, sino que cada espacio esté dispuesto para la vida cotidiana y preparado para cualquier tipo de evento”.