Arquitectura EDICIÓN Nº182
Un café con los jesuitas
En el boleto de compra había una nota que decía: “no se podrá demoler la pieza ubicada en el fondo del lote”. En 1989 Eduardo Riga adquirió un terreno baldío […]
En el boleto de compra había una nota que decía: “no se podrá demoler la pieza ubicada en el fondo del lote”. En 1989 Eduardo Riga adquirió un terreno baldío en el casco histórico de la ciudad de Córdoba con el propósito de instalar un local de antigüedades sin imaginar que aquella “pieza” era una capilla jesuítica de más de 300 años.
Tampoco sabía que bajo tierra se escondía una pequeña cava con techo abovedado de ladrillo y piedra. Tres décadas más tarde, un empresario gastronómico cordobés compró el local –y la capilla- a la hija de Riga y le encomendó a la arquitecta Carol Burton que proyectara el mejor restaurante de la ciudad. “Cuando fui a conocer el lugar casi me vuelvo loca; era el sueño de cualquier arquitecto”, rememora. Teniendo en cuenta que la propiedad está ubicada al lado del Teatro del Libertador San Martín, y frente a la Manzana Jesuítica -un área declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco- Carol trabajó asesorada por el equipo de arqueología de la provincia, a cargo Alfonso Uribe. “La construcción estaba abandonada y se estaba viniendo abajo. En el sótano, los arqueólogos tuvieron que realizar tareas profundas de excavación”.
La arquitecta pensó en un interiorismo que se materializó gracias al trabajo en equipo con Esteban Labarthe, de Tienda Inventario. “Para iluminar diseñamos la lámpara circular Nube junto a estudiantes de la universidad (Julieta Sánchez, Juan Cruz Beltramone, Tomas Barros y Karen Deambrossio) que funciona con sistema Led hacia arriba y pequeños spots dimerizables hacia abajo. La gente se maravilla cuando entra a la capilla y ve la cúpula iluminada”.
CREDITOS: Estudio Carol Burton Architecture
Texto: Marina Aranda