Diseño EDICIÓN Nº 181

La voz de los materiales: MARCELA OLIVA

Cuatro artistas de diferentes disciplinas nos cuentan sobre el nacimiento, la producción, y la gestión de sus obras. “En el comienzo hay una imagen abierta, difusa, con varias ideas […]

Cuatro artistas de diferentes disciplinas nos cuentan sobre el nacimiento, la producción, y la gestión de sus obras.

“En el comienzo hay una imagen abierta, difusa, con varias ideas asociadas. Sirve como dirección de trabajo. A veces hago un dibujo, para probar formas y proporciones, luego paso al volumen. Trabajo por lo general modelando en arcilla, la materia en la que toda fantasía se puede hacer sólida. El pasaje de la imagen mental a la materia es emocionante, sucia, con hallazgos y decepciones. Siento esa instancia como la más feliz de todo el proceso: es el momento de las posibles epifanías. Intento que la pieza que crece conserve algo de la hibridez y ambigüedad de su origen. Hasta ahí, el proceso general de trabajo. Luego puede haber variaciones. Por ejemplo, en 2017 hicimos con Jorge Opazo una muestra llamada Los Sofistas, en el MAC de Santiago de Chile, para la que traduje sus dibujos de historieta a escultura. Hacer de obrera-traductora resultó liberador, en el proceso se soltaron anclas y aparecieron nuevos modos de crear. En los últimos años observo las fachadas de las casas construidas entre las décadas de 1930 y 1940, un estilo que llamo ‘déco barrial’. Hay en ellas un lenguaje que es apropiación local del déco, con elementos geométricos que se repiten en variaciones siempre nuevas. Cuando lo incluyo en alguna obra, animado de mis propias fantasías, decido hablar un rato en ese idioma. Suelo modelar las piezas en arcilla, para luego pasarlas a una materia definitiva que puede ser densita o resina acrílica, mediante moldes perdidos de yeso o moldes de caucho. Algunas piezas implican ensambles con otros materiales, como metal, madera o trabajo de modelado con resina acrílica sobre talla en poliestireno. En años anteriores hice piezas talladas en piedra y madera. Cuando expongo en una galería es un alivio dejar que se ocupe el galerista. A veces surgen ventas por las redes, pero la energía que requiere la autopromoción y venta me resulta difícil”.