Decoración EDICIÓN Nº166
Casi como trabajar en casa
Esta oficina de 600 metros, ubicada en el piso 20 de Puerto Madero, da testimonio de la habilidad de las diseñadoras María Anzoátegui y Cecilia Bravo para superponer lenguajes y […]
Esta oficina de 600 metros, ubicada en el piso 20 de Puerto Madero, da testimonio de la habilidad de las diseñadoras María Anzoátegui y Cecilia Bravo para superponer lenguajes y experiencias.
El planteo del proyecto fue muy similar al de una casa. La premisa era crear espacios con poca impronta de oficina tradicional. “Nuestro cliente quería un family office donde desarrollar diferentes actividades de trabajo junto a sus hermanos y, a la vez, tener un lugar cálido para reunirse con clientes y amigos y estar como en el living de su casa”. Y en esas palabras radica toda la complejidad: la formalidad y la funcionalidad de un espacio laboral con cierta intimidad.
Anzoátegui y Bravo convocaron al estudio de arquitectos KNBA especializados en oficinas y locales comerciales para desarrollar el layout general. De ese plan surgió el diseño de una planta perimetral “donde ubicamos a los directores, el área operativa, las salas de reuniones y el resto de los espacios. Básicamente quedó una planta concéntrica”.
El clima se consiguió capitalizando materiales como la madera, los empapelados, rafias y textiles en una paleta cromática clara, más la presencia del arte. “Fueron esos los elementos que le dieron una identidad común a cada área. De todos modos, el gran protagonista de la escena es el piso de roble de Eslavonia”.