Arquitectura Edición Nº 186
ARTE Y RACIONALISMO EN LA CALLE COPÉRNICO
A contramano de la tendencia pospandemia, que valora trabajar y vivir en el mismo lugar, el arquitecto Fernando Russi anhelaba hace tiempo mudar su casa, ubicada al lado del estudio, […]
A contramano de la tendencia pospandemia, que valora trabajar y vivir en el mismo lugar, el arquitecto Fernando Russi anhelaba hace tiempo mudar su casa, ubicada al lado del estudio, a un espacio donde también pudiera exhibir su colección de arte contemporáneo. El azar lo llevó hasta un edificio en la calle Copérnico, a metros de las escaleras del barrio La Isla y que presentaba los rasgos característicos de la arquitectura racionalista, es decir, líneas puras, ausencia de ornamentación y balcones curvos.
“El hall de entrada, con sus paredes revestidas en mármol verde y herrajes de las puertas en bronce, me parecieron una belleza”, recuerda el arquitecto oriundo de la ciudad de Mercedes. Pero el departamento del tercer piso, que finalmente compró, había atravesado una reforma previa que desentonaba con el estilo original y que debió desandar para devolverle su esencia: removieron las varillas de las paredes, destacaron la arcada que divide el comedor del living y los muros fueron enduidos con cuatro capas de yeso que proporcionaron una terminación ideal para colgar los cuadros. Los pisos de roble de eslavonia fueron pulidos e hidrolaqueados, y los baños, área de servicio –antes con azulejos beige– y balcón se actualizaron con la misma paleta neutra: “En mis proyectos intento generar continuidad espacial con el uso de los mismos materiales y potenciar la luz mediante la iluminación en las gargantas”.
La intervención también modificó las circulaciones para lograr mayor privacidad en el segundo cuarto, donde Fernando practica yoga, y al cual se accede desde el dormitorio principal integrado al living. “Siento que el departamento me agradece haberle devuelto su carácter”, confiesa.
CREDITOS Estudio Arq. Fernando Russi de Russi & Arqs.
PH: Arq. Daniela Mac Adden.
Producción: Mora Lorenti.
Texto: Marina Aranda.