Diseño EDICIÓN Nº182
Detalles exquisitos: Pepo Marana
Cuatro creadores reflexionan sobre la elección de sus materiales, los temas que abordan, la práctica cotidiana en el taller y el usuario como receptor de sus obras “Siempre me gustó […]
Cuatro creadores reflexionan sobre la elección de sus materiales, los temas que abordan, la práctica cotidiana en el taller y el usuario como receptor de sus obras
“Siempre me gustó dibujar y pintar. Comencé tallando tizas en el colegio porque era lo que tenía a mano, y descubrí en el proceso una fascinación por los formatos pequeños. Entonces, con el tiempo elegí la mina de lápiz porque además de chiquito fue, y es, un desafío constante del que aprendo muchas cosas, como la paciencia y la perseverancia. Las características únicas de este material, en primer lugar, son sus dimensiones: por lo general la mina de lápiz promedio es de 3 mm de grosor. También es frágil y precisa de mucha concentración y cuidado, pero a su vez es noble y maleable. No es muy duro de tallar, pero tampoco tan blando. Es perfecto. Creo que el grafito es como una piedra noble en formato pequeño. Personalmente lo encuentro elegante y con un toque de magia. Los motivos surgen de las cosas cotidianas. A veces voy a una plaza y veo un pájaro que me gusta y vuelvo y lo tallo; también surgen de situaciones sociales o temas de mi interés. Voy desde tallar animales hasta tópicos sobre la diversidad, etc. Y por supuesto, y no menos importante, muchas veces le doy forma a sentimientos, para canalizarlos. Mi herramienta favorita es, sin dudas, el cutter que uso para cada microescultura. Aparece gente interesada por su formato o que es coleccionista de miniaturas, y quienes lo ven como algo distinto para regalar o conservar. Creo que no hay un cliente ideal, aspiro a que se enamoren de la pieza, que lo encuentren tan mágico como lo veo yo, que lo disfruten, lo observen y comprendan su singularidad”.
Instagram: @pepomarana
Texto: Pablo Sáez.