EDICIÓN Nº 177  Preguntas Picantes 

El secreto de sus anteojos

Preguntas Picantes con Carla Di Sí. Tercera generación de ópticos, su abuelo fundó en 1946 el mítico local de calle Florida. Hoy pocos saben de anteojos tanto como ella. Desde […]

Preguntas Picantes con Carla Di Sí.

Tercera generación de ópticos, su abuelo fundó en 1946 el mítico local de calle Florida. Hoy pocos saben de anteojos tanto como ella. Desde su propia marca diseña piezas que son verdaderos objetos de colección, pero su mayor orgullo es poder producirlas en la Argentina.

Fotomontaje Gabriele e il Farfalle, de Gigino Falconi.

¿A quién admirás en materia de diseño y por qué?

Son tantos que tuve que hacer una pequeña curaduría. Todos hicieron cambios disruptivos para el anteojo en general. El primero fue Oliver Goldsmith, un inglés cuyo punto más alto fue cuando Audrey Hepburn lució sus creaciones en Desayuno en Tiffany’s. Gracias a eso pudo trabajar para las celebridades de la época. Cutler&Gross es una óptica fundada en 1969 por dos optometristas que hacen todo a mano, con materiales de impecable calidad. La marca francesa Lafont también me gusta mucho, el estilo “gatuno” y el manejo del color es admirable, pero Alain Mikli me marcó. Tuve la oportunidad de conocerlo en una feria. En la década de 1980 fue clave el tipo de materiales y su forma de comunicar con publicidades en televisión que eran verdaderos cortos. Más actuales, Cazal por la tecnología aplicada en los desarrollos de diseño, y Mykita los hace a mano, con una búsqueda de materiales constante.

¿Alguna gaffe que recuerdes con horror o que desde la perspectiva de hoy te cause gracia?

Hummm…  no se me ocurre nada ¡perdón!

¿Hay algún trabajo del que te hayas arrepentido? ¿Por qué?

No soy de arrepentirme de nada. De cada trabajo aprendí algo, en especial la responsabilidad y la importancia de disfrutar lo que uno hace.

¿Algún vicio irritante, típico de tus colegas?

Que hayan colaborado al desprestigio de la profesión. Hoy la óptica en la Argentina no es lo que era en la época de mi abuelo o de mi padre. Prácticamente no hay jóvenes que estudien la carrera. Eso es lo que más me duele. Me encantaría colaborar para revertir esa situación.

¿Qué es lo peor que te puede decir o pedir un cliente?

En nuestro universo no hay lugar para malos tratos, algo que lamentablemente noté al principio de la cuarentena. Lo peor es la agresión gratuita, infundada, la falta de respeto, que suerte no es común entre mis clientes. Y lo peor que me pueden pedir es la cadenita para colgarlos: no quedan lindos, sin importar la cadenita.

¿Cuáles son los mayores vicios de los argentinos al elegir piezas de diseño?

Los argentinos tienen un buen sentido de la estética pero, por inseguridad, hasta que no lo usa otro, no se animan a ponérselos. La falta de confianza en uno mismo, ése es el vicio, si puede llamarse así.

¿De qué diseño te hubiera gustado ser la autora?

De cualquiera creado en la década de 1960 por ingleses y franceses.

Modestia aparte, ¿cuál considerás que es tu mejor diseño?

Uno que en ventas no fue muy taquillero, y no lo usó ninguna famosa. Se llama Bernabeu, todo de metal y con varios detalles. Amo sus patillas, como antenas al frente, muy jugadas. Ese diseño me encanta, y me representa.

¿Qué fue lo más disparatado que viste en diseño de anteojos?

Hay muchísimos graciosos. No me gusta cuando hacen modelos muy conceptuales o raros porque creo que deben ser posibles, favorecer a quien los usa, acompañar la fisonomía y no estar por delante de la individualidad. Todavía existe uno que tiene un ojo redondo y otro cuadrado. Estéticamente no queda bien, pero hay gustos para todo.

¿Qué político argentino te gustaría que usara tus anteojos?

Cualquiera que sienta amor sincero por nuestro país y por los argentinos. Cualquiera que de verdad quiera ayudarnos a prosperar y trabaje honestamente para eso.

¿Hay puntos en común con lo que hacía tu abuelo, o cambió todo demasiado?

Trato de hacer las cosas como las aprendí de él y de mi padre. Siempre se preocuparon por sus clientes, por la calidad de los anteojos. El contexto cambió, muchísimo. Parecería que la mayoría de las ofertas de las ópticas pasa por el precio y no hay ningún aprecio por nuestros conocimientos y experiencia. Con mi equipo nos actualizamos constantemente. Trato de estar al tanto de las innovaciones técnicas, quiero que mis anteojos estén acompañados de las mejores lentes oftálmicas. Eso transforma a los “Carla” en súper anteojos.

Texto: Jimena Sampataro.

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