Arquitectura Edición Nº 201
UN LUGAR EN EL MUNDO
“La casa es de estilo victoriano, de construcción en wood frame, con revestimiento exterior de siding y techos de pizarra negra”, cuenta el arquitecto e interiorista Jorge Muradas sobre […]
“La casa es de estilo victoriano, de construcción en wood frame, con revestimiento exterior de siding y techos de pizarra negra”, cuenta el arquitecto e interiorista Jorge Muradas sobre el proyecto. Y agrega: “Estaba muy deteriorada. Teníamos que ponerla en valor e incorporar tecnología actual, ya que fue construida en los años ochenta”. Se compró con la intención de convertirla en un refugio estival para una familia: un matrimonio con cuatro hijos en edad universitaria y sus parejas. “Está ubicada a orillas de un lago en Land O’ Lakes, Florida, un lugar tranquilo y a la vez estratégico para la actividad de nuestro cliente”.
La propuesta principal fue actualizarla, quitando muchos elementos ornamentales que se desmontaron y unificando lo esencial a través del color. “Techos negros y algunas aberturas en el mismo tono se usaron para generar contraste con el blanco de los muros y el verde del entorno. El lineamiento rector consistió en unificar los espacios mediante una paleta de colores que diera continuidad: blanco total en los muros interiores y pisos de mármol botticino o madera clara en la misma tonalidad”. El equipamiento se diseñó en una gama que va del blanco al negro, pasando por los grises, con algunos toques de color suela en determinados ambientes.
“Los espacios se armaron con lo necesario para pasar largos períodos, disfrutar y trabajar. La idea fue equipar la casa como si fuera una vivienda permanente, con todo el confort y cuidado en los detalles”, concluye Muradas.

En el living, alfombra Beni Ouarain en lana de oveja. Sofá, sillones y mesa de centro de Estudio Muradas. Candelabros, mesas de cemento y mesas de metal de Crate & Barrel. Cortinas de gasa.
El comedor, de forma octogonal, con pisos originales de mármol de Boticcino, cortinas Silhouette de Hunter Douglas, lámpara colgante de los años cincuenta de un anticuario de New York, espejo de West Elm y vajillero Crate & Barrel. Sillas tapizadas en cuero color suela y mesa de mármol de Carrara (Estudio Muradas).

En la cocina: electrodomésticos KitchenAid, equipamiento en laca blanca, mesadas Caesarstone Raw Concrete. Sillas y mesa de Estudio Muradas. Lámpara (Ikea) y persianas de madera de 50 mm. (Hunter Douglas).

Para la sala de TV se eligieron sofás, dos chaise longue y una mesa de centro tapizada en cuero (Estudio Muradas), lámparas de Sit Down New York, alfombra de lana blanco y negro de Elementos Argentinos.

Dormitorio con cama y mesas de luz de Estudio Muradas con géneros de Compañía del Comercio. Lámparas de Arne Jacobsen. Ropa de cama de West Elm, cortinas Silhouette de Hunter Douglas. Obra en telar de un artista local. En el hall de acceso: cuero de vaca en color miel y araña colgante de Flos.

Dormitorio principal con cama y mesas de luz de Estudio Muradas (los géneros son de Compañía del Comercio). Ropa de cama (West Elm) y lámparas (Sit Down New York). Obra en telar de un artista local y cortinas Silhouette (Hunter Douglas).

Al llegar a la casa, un viejo roble sureño domina la entrada. Por detrás, la fachada principal en blanco y negro armoniza con el verde circundante generando un clima de calma total.

Sobre el lago se ubicó el muelle de madera con el cobertizo para embarcaciones, manteniendo las características originales de la vivienda principal.

ARQUITECTURA E INTERIORISMO: ESTUDIO MURADAS.
FOTOS: ARQ. DANIELA MAC ADDEN
TEXTO: VIVI VALLEJOS

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