CARTOGRAFÍAS Edición Nº184
Mi Buenos Aires querida
Nicolás Berardi tiene 27 años y es el autor de @buenosairesarquitectura, la cuenta de Instagram con más de 38.000 seguidores que invita a descubrir Buenos Aires de una manera diferente […]
Nicolás Berardi tiene 27 años y es el autor de @buenosairesarquitectura, la cuenta de Instagram con más de 38.000 seguidores que invita a descubrir Buenos Aires de una manera diferente y por rincones que, si bien conocemos, quizá no les prestamos la atención que merecen. “Mi gusto por recorrerla y fotografiarla empezó de muy chico. Con uno de mis abuelos solíamos caminar su barrio, Balvanera, además de otras zonas cercanas. Luego lo hice con mi papá, combinando esas salidas con la fotografía. Nunca mostré esas imágenes hasta fines de 2018, cuando empecé a subir contenido con un único objetivo: divulgar nuestro patrimonio arquitectónico. Dentro de CABA conozco todos los barrios y muchos de sus edificios. Me apasiona encontrar sitios que no había visto en ninguna parte publicados y poder mostrarlos en fotos. Es una manera de darles algo de fama temporal, lo que dura una historia en la red” dice, y confiesa que su pendiente es el Palacio Bosch, Embajada de Estados Unidos. “Sé que es casi imposible ingresar, pero la ilusión siempre está”.
Paseo Victorica “Ubicado en la localidad de Tigre, atraviesa grandes clubes de remo tradicionales de la zona, además de museos, restaurantes, lugares para la recreación y casas familiares, culminando en el imponente ex Tigre Club proyectado por la dupla de arquitectos franceses Paul Pater y Louis Dubois hacia la primera década del siglo pasado. Actualmente es la sede del Museo de Arte Tigre. El edificio es de un estilo clásico francés, tiene una larga pasarela que desemboca en el río, techos de pizarra con cúpulas en sus esquinas y ornamentación fastuosa que denota su pasado aristocrático”.
Diagonal Norte y Florida “Un clásico. La famosa intersección de las cinco cúpulas, probablemente únicas en el mundo. Desde el ex Banco de Boston proyectado por los británicos Chambers y Thomas, ganador en el año de su inauguración del premio a la mejor fachada, pasando por los dos edificios del arquitecto francés Edouard Le Monnier para distintos integrantes de la familia Bencich; hasta el porte elegante de la Equitativa del Plata, obra del reconocido arquitecto argentino Alejandro Virasoro, en clave art déco. Una esquina mágica”.
Barrio Espinosa “El barrio Monseñor Espinosa de Barracas, construido por la Unión Popular Católica Argentina, tiene su entrada principal por calle Perdriel 1250, pero también tiene dos pasajes internos con salida a las calles California y Alvarado. El conjunto fue diseñado por el arquitecto Alfredo Cucullu y levantado por la empresa Sabaté, una de las más importantes de la época. Fue inaugurado en 1923 y debe su nombre al monseñor Mariano Antonio Espinosa, teólogo y primer obispo de la ciudad de La Plata. De estilo pintoresquista y muy bien conservado, cuenta con 64 viviendas de variadas dimensiones y calles internas arboladas. Es realmente un oasis dentro de Barracas”.
Ex Residencia Catelin “En la zona de Retiro se encuentran las grandes residencias que pertenecieron a familias argentinas y hoy ocupadas por embajadas, entre ellas, la de Argelia, ubicada en la que fue vivienda particular de Jorge Catelin, en Montevideo 1889. El edificio, de marcado estilo academicista francés, fue proyectado por Louis Martin y terminado en 1914. Por dentro conserva vitrales, cortinas de seda, paredes enteladas, mármoles de diversas procedencias, pisos de roble y un ascensor art nouveau que, a mi gusto, lo convierten en uno de los petit hotel más lindos de Buenos Aires”.
Puente Transbordador Nicolás Avellaneda “Es innegable que me encanta el sur, tengo un cariño especial por los barrios de esa zona. Caminar por Vuelta de Rocha un día nublado, si es con bruma o niebla mucho mejor, me transmite paz y cierta melancolía. Sin dudas la joya es el puente transbordador que une el territorio boquense con la isla Maciel. Íntegramente construido en hierro, inaugurado en 1914 y restaurado como en sus mejores años, es uno de los ocho que se conservan en el mundo, por lo que se espera sea distinguido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Sin dudas, lo merece”.