Decoración
DONDE REINA EL LINO
Revista D&D presenta la casa de Teresa Beresford, de @linosvintage, en un club de polo en las afueras de Buenos Aires, diseñada por el arquitecto Pablo Sánchez Elia. Cada […]
Revista D&D presenta la casa de Teresa Beresford, de @linosvintage, en un club de polo en las afueras de Buenos Aires, diseñada por el arquitecto Pablo Sánchez Elia.
Cada espacio es una caja neutra que permitió que la decorara a mi antojo”, define la dueña de esta casa localizada en un club de polo de las afueras de Buenos Aires. Y así, como enormes páginas en blanco sobre las que desplegar la creatividad, los ambientes trazados desde el estudio del arquitecto Pablo Sánchez Elia componen un todo que se caracteriza por su apuesta por la simetría, las alturas generosas y los materiales nobles.
Episodios trascendentes en la historia de la familia se habían desarrollado entre esas calles calmas en las que impera el cielo. “Un amigo vendía su lote y las caballerizas y, casualmente, se trataba de un terreno que lindaba con la casa de mi hermano”, rememora ella enlazando los hilos que el azar trenzo en esta historia. “Nada es coincidencia”, resume.
Ellos supieron interpretar las señales: el lote ofrecía una excelente ubicación en el club, la sorprendente vecindad fraterna y una orientación hacia el Noreste que les regala cada día puestas de sol cinematográficas. “Fue una buena excusa para volver a pasar parte del año en este lugar que adoro”, cuenta la propietaria.
El terreno y su potencial quedaron en manos del arquitecto Pablo Sánchez Elía, que fue transformando en muros y aberturas los sueños de clientes que residen afuera del país. “Pablo supo interpretar exactamente lo que yo quería lograr construyendo esta casa. Trabajé desde el extranjero con su equipo y todos hicieron posible el éxito de este proyecto”, celebra la dueña de casa.
Fue ella la que pensó y concreto la decoración. Sin embargo, cuando se refiere a esa labor no deja de subrayar los méritos del proyecto arquitectónico. “Lo que más me gusta del estilo de la casa son los espacios, las alturas impresionantes, la simpleza. Amo la simetría y los materiales nobles que se usaron.
Esa caja neutra “es el lugar perfecto para mis linos”, apunta. Y es que ella tiene una exquisita colección de textiles antiguos que son su pasión. “De hecho, fueron determinantes para la elección de la piedra Mar del Plata que utilizamos en ciertos lugares, base de los colores y que funciona a la perfección en los meses de verano que pasamos en la Argentina, señala.
A partir de ahí, la decoración integro elementos diversos. “Sin buscarlo, volví a lo antiguo”, dice en alusión a muebles y objetos llegados desde el Reino Unido, junto a otras piezas creadas por artesanos locales. “Nada me da más placer que recorrer los anticuarios de al lado de la ruta, las casas de remates o el mercado de pulgas de Buenos Aires.
“Cada espacio de la casa funciona como una caja neutra que permitió que la decorara a mi antojo. Es el lugar perfecto para mis linos, textiles antiguos de Europa que son mi pasión”, explica la dueña de casa. Y el hall de entrada aparece aquí como perfecto ejemplo en el que se destacan una obra del uruguayo Carlos Musse, la mesa art deco forrada con cartas y diarios antiguos y otra de mármol Lebank, el cuero de cebra, una sillita matera y la silla y banqueta francesa. Y linos y más linos. En el comedor, una de las bibliotecas traídas de Francia contiene una colección de soperas compradas en Europa. Bajo la mesa, alfombra marroquí.
Para el living se seleccionaron espejos, una mesa baja, y un mueble música comprados en India. Las bibliotecas llegaron desde Francia y las alfombras de Inglaterra y Estados Unidos. El sillón circular fue diseñado por Alejandra Hoeffner y las sillas Isabelinas son de Breuer Moreno. Finalmente, las cortinas de gasa son de Cata Solari.
“En la suite principal, tanto como en toda la casa, integré muebles rústicos del Norte de la Argentina con piezas francesas, kilims, espejos comprados en Europa y hechos a partir de puertas antiguas, y textiles de Egipto que cuelgan de todas las paredes”, detalla la propietaria sobre su desarrollo del interiorismo de la casa. Cortinas de lino belga y gasa completan la ambientación y componen una luminosidad especial según los distintos momentos del día.
Desde la planta alta, el dormitorio principal se abre a una perspectiva única de una de la cancha de polo del club y a una arboleda diseñada por Carlos Thays. En este rincón diseñado en función de la vista, mesa baja en madera de cerezo y silloncito francés. Simpleza absoluta en el baño de la suite.
Centro y corazón de la propuesta arquitectónica, el ceibo aparece abrazado por las altas columnas del hall de entrada. Los propietarios idearon este espacio imaginando fiestas y reuniones familiares. La pérgola cubierta por una imponente glicina invita a disfrutar bajo el reparo. Mesa y bancos en lapacho antiguo reutilizado, camino y almohadones de Lino Vintage de T. Beresford.
Arquitecto: Pablo Sánchez Elia
Fotos: Daniela Mac Adden
Textos: Débora Campos.