CARTOGRAFÍAS
Cartografías: Cecilia Boullosa
Una guía experta en comer rico Más conocida como @chicaelectricaa, Cecilia Boullosa abrió hace mucho tiempo su cuenta de Instagram, sin imaginar que en plena pandemia pasaría de 10.000 a […]
Una guía experta en comer rico
Más conocida como @chicaelectricaa, Cecilia Boullosa abrió hace mucho tiempo su cuenta de Instagram, sin imaginar que en plena pandemia pasaría de 10.000 a más de 50.000 seguidores. La gastronomía atravesaba su peor momento cuando, además de reseñar las nuevas aperturas bajo el hashtag #AperturasPandemicas, decidió armar un mapa de los deliveries de la ciudad que se volvió indispensable durante el encierro. Con la mejor información y la sinceridad como premisa, cuidándose de no adjetivar demasiado, logró conquistar a miles de sibaritas que hoy siguen sus recomendaciones. En sus posteos muestra el costado más real de la gastronomía y suma destinos no siempre populares pero con mucho para ofrecer. “La Guía Michelin es un enorme empujón para la gastronomía argentina. Nunca vi a los cocineros tan revolucionados y felices como con esta noticia. Está bueno porque eleva la vara y nos posiciona como uno de los grandes destinos mundiales para visitar por nuestra comida y nuestros vinos” dice acerca del desafío que enfrentan los cocineros ante la llegada de los críticos más severos del mundo. Aquí nos comparte sus restaurantes favoritos:
MN SANTA INÉS (Paternal) “Todo en Santa Inés me emociona. El lugar, el barrio, su cocinera. Funciona en lo que era una antigua panadería de La Paternal y sus dueños son Jazmín Marturet y su padre, el artista plástico Pablo Marturet, que tiene su taller en el fondo. La propiedad es enorme, tipo casa chorizo, y hay mesas repartidas por todos los rincones, incluso en lo que era la cuadra, junto a un enorme horno. Me gusta tanto que ya llevé a toda la gente que quiero. La comida de Jazmín tiene mucha inspiración asiática, curries y phos, pero también buenos platos de pastas y postres clásicos, como el Tiramisú y la Pavlova”.
PARRILLA PEÑA (San Nicolás) “La parrilla que suelo frecuentar. Me queda cerca de casa así que voy seguido y hasta le perdono algunos defectos como que tengan el vino caliente (lo sacan de unos estantes muy altos con una especie de pinza). Los mozos son históricos, de oficio, eficientes. Y el ojo de bife para compartir tiene la mejor relación precio calidad de la ciudad. Te sirven una empanada de cortesía -una buena empanada frita- que ya te pone de buen humor”.
GRAN DABBANG (Palermo) “Creo que hoy es el restaurante más especial de Buenos Aires. Comer en Dabbang es una fiesta. Entre la música, el ambiente ruidoso y los platos de Mariano Ramón, entrás en un viaje que te puede llevar a la India o al noreste de Argentina. Lo principal es el producto. Y jugar con texturas, sabores, picantes. Creo que es uno de los grandes candidatos a entrar en la primera Guía Michelin de Argentina”.
BOLOGNA (Barracas) “Tengo especial cariño por las fábricas de pastas de Buenos Aires y por el ritual de ir a comprar ravioles los domingos. En Barracas se encuentra la que para mí es una de las mejores: Bologna. La especialidad son los ravioles de borraja, con una masa delicada y ligera, casi etérea. Otra histórica que sigue manteniendo la calidad es La Torinesa, en Flores, con más de un siglo funcionando”.
PICARÓN (Chacarita) “Otro de los restaurantes porteños que tiene chances de entrar en la guía Michelin. Considero a su dueño y cocinero, Maximiliano Rossi, uno de los más talentosos de su generación. No se toma demasiado en serio a sí mismo, pero sí a su cocina. ¡El tonnato maiale es una gloria!”.
Texto: Jimena Sampataro.