Ferias 

Arteba 2024

Andrés Brun y Juan José Cattaneo, son oriundos de la Ciudad de Corrientes, aunque decidieron radicarse en Buenos Aires desde hace varios años. Sin una formación previa en artes visuales, […]

Andrés Brun y Juan José Cattaneo, son oriundos de la Ciudad de Corrientes, aunque decidieron radicarse en Buenos Aires desde hace varios años. Sin una formación previa en artes visuales, hacia el año 2006 comenzaron a adquirir piezas en recorridos organizados de manera colectiva por galerías. En esas incursiones, que se convertirían en escuela, fueron conociendo a los distintos actores del universo del arte: artistas, galeristas, rematadores, compradores, curadores, coleccionistas, periodistas, investigadores.

Sus primeras adquisiciones fueron a través de subastas de arte moderno: se trataba de obras abstractas y de imágenes de marinos y pescadores. “En aquella etapa, comprábamos y vendíamos, por lo cual, queda muy poca obra que documente esa búsqueda dentro de la colección. Sin embargo, todas las obras que adquirimos las pensamos siempre con el objetivo de exhibirlas en nuestra casa, y de a poco, conforme la casa fue cambiando y las obras también, fueron tomando mayor participación en paredes y espacios”. 

En ese tiempo también comenzaron a asistir a la Feria Arteba, que fue un potenciador y catalizador de sus inquietudes, y les posibilitaron un acercamiento a los artistas y sus obras. “Inmediatamente nos sentimos atraídos por la energía vibrante que emana la Feria y la oportunidad de contactarnos con la red que conforman los diversos actores de la escena; y por supuesto, con la posibilidad que cada año tenemos de ver, en gran medida, lo que son las mejores obras de la producción de los artistas”. 

En 2013, realizaron la primera acción pública en el ámbito del arte contemporáneo. La propuesta fue entregarle un lugar a un grupo de artistas que necesitaban un espacio de taller, con la indicación de que cada dos meses invitaran a mostrar a otros artistas, abriendo el espacio y generando de esa forma una gran cantidad de visitas. La primera camada de artistas estuvo conformada por Marcela Astorga, Erica Bohm, Pablo Cavallo, Leonardo Cavalcante, Ana Gallardo, Irina Kirchuk, Nadia Martinovich, y Fabián Nonino. Para cada apertura de los estudios se intervenía la fachada. Con el correr de las muestras, cada situación expositiva fue más intensa e interesante. Bautizaron al espacio como Espacio Forest, ya que estaba ubicado en Avenida Forest 614.

A finales de 2014, la casa de Andrés y Juan José se había convertido en un laberinto de abundantes encastres de cuadros. “Habíamos llegado a ese umbral bajo la influencia de una concepción del montaje que planteaban coleccionistas que observábamos con atención. Sin embargo, un día decidimos desmontar todo y solicitar a diversos artistas amigos que exploraran nuestra colección, y nos ayudaran a trabajar la selección y el diseño de las obras en el espacio”. En aquel momento, planeaban exhibir entre 25 y 30 obras. A partir de esta decisión, cada temporada un artista distinto ofició una suerte de curaduría: en 2015 las obras fueron seleccionadas por Ana Gallardo, en 2016 por Raúl Flores, en 2017 por Carlos Herrera, y en 2018 por Cynthia Cohen y Zoe Di Rienzo.

A la vez, el montaje fue complementado cada año con la realización de distintas acciones. Los primeros artistas que oficiaron de curadores promovieron tertulias y comidas como formas de generar espacios de encuentro entre actores del medio creativo. Otros idearon propuestas que tensionaban el espacio: Carlos invitó a mostrar obras que fueran de compleja instalación para una casa, adaptándolas y montándolas sólo por un día. Siguiendo su planteo, se hicieron cuatro eventos de naturaleza efímera. Zoe y Cynthia llevaron esta idea de intervención aun más lejos, cuando trazaron una diagonal y tomaron el living para convertirlo en una plaza de esculturas. La propuesta precisaba de coraje y en su realización casi perdieron el sentido de la casa como espacio. “Nosotros, entregados, seguimos el juego. Además, ellas propusieron crear un Premio anual a la Performance, cuya convocatoria y entrega realizamos de manera conjunta en noviembre de ese mismo año, en la Fundacion Cazadores. Esta acción fue, sin dudas, uno de los hitos en nuestro camino como Coleccionistas, ya que la Performance por su propia naturaleza resulta difícil de acopiar y coleccionar, y más aún de exhibir una vez que está integrada a la Colección; asimismo, se nos presenta como un medio potente que eligen algunos artistas para canalizar su trabajo”.

Tras todas estas etapas y experiencias, hoy buscan seguir presentes en la escena de distintos modos, con el fin de continuar dialogando con agentes e instituciones. Para ello, participan y colaboran con varias iniciativas dando apoyo a proyectos como Yungas y el Centro de Documentación UNSAM-Fundación Espigas.  Somos mecenas de un artista de cada cohorte del Programa de Arte de la Universidad Torcuato Di Tella; y Andrés integra el Comité de Adquisiciones del Museo Moderno, y es parte del Consejo de Administración de la Fundación Arteba que organiza la feria homónima.

“A más de quince años del comienzo de una aventura que devino un proyecto comprometido, la colección y su exhibición ocupan todos los espacios con los que contamos. El sentido de esta empresa, que ha trascendido la adquisición de piezas para volverse una agencia de intervención en el campo social y artístico, es -para nosotros- compartir la alegría que el arte es capaz de provocar, y nutrirnos del pensamiento al que incita. Concebimos el arte en relación con el impacto comunitario. Buscamos la comunicación global descentralizada: cuanta más gente pueda mostrar y aportar sus ideas y sus necesidades, entre todos podremos ir resolviendo nuevas y viejas agendas, enfrentando mayores desafíos”.

“Nuestra relación con los artistas, sobre todo con aquellos que son más cercanos, es sin dudas la forma más concreta de asesoramiento que hemos tenido y tenemos para ir conformando el cuerpo de la Colección. Al mismo tiempo, cada una de las curadurías que hemos realizado en nuestra casa ha contribuido a profundizar los ejes que venimos coleccionando, ampliando nuestra mirada y reflexión para poder vislumbrar nuevos caminos o nuevas obras que completen ese cuerpo”. 

Actualmente, están trabajando activamente en el proyecto de Catalogación y Puesta en Valor de la Colección. Creen que en los próximos 12 meses este trabajo llegará a un nivel de madurez que permitirá compartir públicamente la colección y disponible para todos los agentes interesados del campo artístico. 

La Colección BC reúne una cuidada selección de obras de arte contemporáneo conformando un entramado de artistas consagrados y emergentes, principalmente argentinos, aunque en los últimos años se han ido incorporando progresivamente artistas latinoamericanos de Paraguay, Brasil, Perú, Colombia, entre otros.

Fotos: Jorge Miño.

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