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Arriesgarse a mezclar

La idea de esta columna es animar al lector a mezclar objetos y mobiliario de manera espontánea y personal

…a proponer la convivencia de elementos de distintos orígenes y conceptos a fin de crear espacios únicos. Juntarlos por familia o jugar con los opuestos es un desafío para aquellos espíritus audaces que nunca tolerarían una puesta monocroma, segura y convencional. Partiendo de ahí registré piezas “fuertes”, como el banco escultórico de The Webster; la silla roja de Luis Hernández, con su lenguaje neo contemporáneo; las lámparas de Eny Lee Parker y las sillas del brasileño Sergio Rodrígues, con formas muy arriesgadas en su peso visual. El hábitat privado amerita perder el miedo y seguir el propio criterio para sentirse representados y así forjar lazos de afecto con el ambiente.