Cuando el arquitecto Luciano Kruk se encontró con el sitio en las afueras de San Pablo, donde debía realizar el pedido de sus clientes – una casa de vacaciones y […]
Cuando el arquitecto Luciano Kruk se encontró con el sitio en las afueras de San Pablo, donde debía realizar el pedido de sus clientes – una casa de vacaciones y fin de semana -, comprendió que su obra debía ser parte de un todo, en el que la naturaleza fuera protagonista: un terreno repleto de árboles, un campo de golf, una gran laguna y vistas privilegiadas al horizonte. El pedido incluía un dormitorio principal, otro para sus dos hijos, y uno para visitas más área para audio y tv, y sala para gimnasio.
La casa se construyó alrededor de un gran patio central y otros dos patios menores. El central sirve de organizador de todas las funciones, generando los espacios principales: gran sala de estar, comedor y cocina. El dormitorio principal se orienta hacia el fondo del lote, con la mejor vista y orientación. Allí también se ubica una galería de grandes dimensiones, requerimiento del cliente. El clima de la región permite que estos espacios se disfruten. Hacia el frente y ambos laterales se distribuyeron los otros ambientes.
Luciano Kruk realizó el diseño en una sola planta, en proporción muy horizontal, para que la construcción pase inadvertida lo máximo posible: “como el lote va en declive, está hecha completamente en concreto armado, que tiene varias intenciones. Desde lo estético, poder resolver todo con un único material, con un color, tono y textura que busca mimetizarse con el entorno, como si fuera como una piedra que se puso en el lugar. Como parte del paisaje. Es un material que no necesita mantenimiento, que va envejeciendo muy bien con el paso del tiempo. Además, permite ir viviendo los efectos de la incidencia del sol según la hora del día, cómo rebota en las paredes y el piso. El único material permite que se intensifiquen las sensaciones”.
Creditos: Proyecto y dirección: Luciano Kruk arquitectos.