Edición Nº 194
EN DEFENSA DE LA BIODIVERSIDAD
Proyectos de estudiantes en diseño de interiores del IED Barcelona fueron premiados por la Fundación Enric Miralles y Benedetta Tagliabue. En 1966, en la ciudad de Milán, Francesco Morelli creó […]
Proyectos de estudiantes en diseño de interiores del IED Barcelona fueron premiados por la Fundación Enric Miralles y Benedetta Tagliabue.
En 1966, en la ciudad de Milán, Francesco Morelli creó el IED Istituto Europeo di Design, un nuevo tipo de escuela para las profesiones creativas del diseño, moda, artes visuales y comunicación. Además de Italia, hoy tiene sedes en España y Brasil, y la Fundación Francesco Morelli continúa la misión de su fundador: educar a las nuevas generaciones para un diseño con ética, habilidad técnica y perspectiva innovadora. La formación que brinda esta institución impulsa a las nuevas camadas para ser agentes del cambio, frente a prácticas económicas e industriales heredadas del siglo veinte que hoy carecen de sustentabilidad.
La defensa de la biodiversidad es uno de los principales objetivos por los que trabaja el área de diseño. Alineada con los objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y el Convenio sobre la Diversidad Biológica, el IED Barcelona propuso a los estudiantes del último año del título en Enseñanzas Artísticas Superiores en Diseño de Interiores pensar soluciones para la preservación de la biodiversidad y el patrimonio en el territorio del Mediterráneo, centrados en Catalunya como caso de estudio.
Premio Enric Miralles
En junio de 2023 tuvo lugar la primera edición del Premio IED Enric Miralles y Benedetta Tagliabue a la Mejor Tesis de Diseño de Interiores del IED Barcelona. De ese modo se inició una colaboración a favor de una visión en común del diseño como disciplina con propósito social fundamentada en la interdisciplinariedad y en la multiculturalidad para mejorar nuestro entorno. El jurado, formado por Benedetta Tagliabue y los miembros del patronato de la Fundación Enric Miralles, valoraron la creatividad para aportar soluciones con impacto positivo en el territorio, la puesta en valor del patrimonio en la región del Mediterráneo, la apuesta por la sostenibilidad con reutilización y reintegración de materiales, además de un diseño innovador.
Los proyectos premiados
Mejor Tesis de Diseño de Interiores: Palette playground de Adda Bjarnodóttir. Inspirándose en la rica cultura gastronómica de Cataluña, este proyecto explora las posibilidades de las proteínas alternativas: microproteínas, algas, hongos y prótidos vegetales, como sustitutos del consumo de carne. Proyecta la creación de un centro de investigación, a modo de laboratorio gastrotecnológico, en la Masía de Can Reon de Tiana, con conferencias y talleres de cocina experimental. En el exterior, habrá huertos donde cultivar proteínas alternativas y ofrecer degustaciones a los visitantes. Con el objetivo de enfatizar el contraste entre patrimonio e innovación, los espacios se proyectan con una paleta de colores que emplea tonos neutros y materiales como el acero en representación de la tecnología, colores cálidos, jardines verticales y otros elementos de diseño biofílico cercanos a la naturaleza.
Mención de Honor: Be butterfly. Este proyecto atiende la amenaza del cambio climático para la supervivencia de especies polinizadoras, específicamente las mariposas, y propone una intervención para preservarlas y concienciar a la población sobre esta problemática. Plantea transformar una masía tradicional catalana, Can Valldaura, ubicada en el Parque Natural de Collserola, en un centro educativo y de investigación. La experiencia está diseñada para que el visitante se ponga en la “piel” de la mariposa, con la recuperación de elementos originales del edificio y la naturaleza como protagonistas. El espacio da lugar a actividades interactivas y sensoriales, como instalaciones digitales, un túnel de viento que simula el vuelo de estos insectos, o un “oasis de las mariposas”, donde poder interactuar directamente con ellas.
Mención de Honor: NEST, Natural experience with sparrows. El gorrión común, especie habitual en las ciudades, hoy sufre una tendencia a gradual desaparición. Considerado como bioindicador de la calidad de vida urbana, este proyecto atiende su preservación en el nuevo entorno que habitan: las zonas boscosas próximas a las urbes. La creación de un centro en la Masía Valldaura, Parque Natural de Collserola, pulmón verde de Barcelona, cumple el objetivo de protegerlas, ofrecerles nido y alimentación. Actividades en el espacio impulsan a crear conciencia en torno a este problema, como observatorios, áreas de escucha, zonas de divulgación y relajación. El diseño de interiores del edificio incluye grandes ventanales y un majestuoso árbol central, integrado al entorno natural. El material principal utilizado en el diseño es el corcho autóctono, aislante acústico en la zona de audición, que funciona como elemento de camuflaje en el área de observación.
Texto: Pablo Sáez.