Edición Nº 189 Real State
REINVENción de LA TIPOLOGíA porteña
Eran Chen(1970), arquitecto establecido en Nueva York, nieto de polacos sobrevivientes del Holocausto, nació y creció en Beer Sheva, Israel, donde se instaló su familia luego de la Segunda Guerra Mundial. […]
Eran Chen(1970), arquitecto establecido en Nueva York, nieto de polacos sobrevivientes del Holocausto, nació y creció en Beer Sheva, Israel, donde se instaló su familia luego de la Segunda Guerra Mundial. Estudió arquitectura en la Academia de Artes y Diseño de Bezalel en Jerusalén, la mejor escuela del país. Al graduarse en 1999, decidió mudarse a Nueva York para obtener experiencia profesional. Contratado por Perkins Eastman, fue el director más joven de la compañía encabezando proyectos propios y de la firma, como así también varios concursos. En 2007, Chen avanza por su cuenta y funda ODA Arquitectura con la intención de trabajar con desarrolladores en proyectos residenciales en todo el mundo, ganando reputación por sus diseños innovadores.
Muchos de sus proyectos están situados en urbanizaciones densas, pero su objetivo es hacer ciudades más habitables, reinventar la tipología de la vida familiar. En ODA, con sede en Manhattan, trabajan más de 100 arquitectos jóvenes, habiendo completado más de 50 edificios en poco más de una década.
Buenos Aires afronta hoy la problemática de la ciudad en constante expansión. Como inmigrante, Chen detecta la desconexión entre la comunidad y el individuo y busca desde sus proyectos un cambio real en la forma de habitar las grandes ciudades. Encontrar en la trama ortogonal de fachadas planas de Buenos Aires un edificio de cajas extruidas nos lleva a pensar en su definición: «La arquitectura no se trata de cosas, se trata del espacio entre las cosas».
– ¿Cómo fue tu experiencia diseñando un edificio para mejorar la calidad de vida los porteños?
Creo que la arquitectura tiene el poder de mejorar la vida de las personas y que, a medida que moldeamos a nuestras ciudades, ellas nos moldean a nosotros. En mi experiencia de vida como arquitecto y en mi trabajo en ODA, pensamos que una arquitectura generosa siempre devuelve el favor. Diseñamos edificios abiertos a los habitantes, y los habitantes de Buenos Aires se merecen esa generosidad.
¿Qué te sedujo de Buenos Aires y como la definirías?
Siempre miro el potencial en cualquier situación. Los arquitectos deben ser implacablemente optimistas. Cualquier adversidad también es una oportunidad, y la dificultad, un nuevo comienzo. Tal como la gran cochera en desuso que estamos trabajando para transformarla en un espacio público de celebración. Buenos Aires es una de las ciudades más bellas y animadas del mundo, el legado de su pasado aún resuena en cada rincón. Creo en su futuro brillante y me siento muy halagado de ser parte de darle forma.
Texto: Arq. Laura Frigerio.