Decoración Edición Nº 199

UNA ESTÉTICA LIMPIA

En esta intervención trabajaron en equipo las arquitectas Solana Rutenberg y Nancy Bensignor, enfrentando el desafío de equilibrar la conservación del carácter original con las necesidades contemporáneas de quienes hoy […]

En esta intervención trabajaron en equipo las arquitectas Solana Rutenberg y Nancy Bensignor, enfrentando el desafío de equilibrar la conservación del carácter original con las necesidades contemporáneas de quienes hoy habitan el espacio.

La reforma, realizada en 2023, tuvo lugar en un departamento de 310 m² ubicado en un edificio de esquina del barrio de Belgrano, proyectado en la década del 30 por los arquitectos Jacobs, Giménez y Falomir. Se trata de una construcción de valor patrimonial, tanto por su calidad arquitectónica como por su cercanía a las Barrancas de Belgrano, un importante pulmón verde de la ciudad.

Desde el inicio, la premisa fue clara: respetar la esencia del proyecto original, manteniendo elementos valiosos, como los pisos de madera y las puertas interiores, mientras se proponía una nueva lectura espacial más abierta y conectada con el entorno.

Se trabajó con una paleta de materiales y colores neutros, que acompaña sin competir con la arquitectura existente. La cocina, completamente reformulada, se integró al estar íntimo, generando así un espacio continuo, más relajado y funcional, que responde a un modo de habitar contemporáneo.

En el baño principal, originalmente muy fragmentado, se optó por unificar y ampliar el espacio con una estética limpia y monocromática. El proyecto se enfocó en liberar el espacio para lograr una planta más fluida, ligera y vivible. Se conservaron la estructura original, la ventilación cruzada y las visuales amplias, elementos clave del lenguaje del edificio, pero se eliminaron capas que ya no respondían a las necesidades del presente.

Mobiliario proyectado por los estudios de Solana Rutenberg y Nancy Bensignor. Dos sofás enfrentados, tapizados con género de De Levie, estructuran el espacio. Sillones de Estudio Te. Mesa baja de mármol Moon Beige, y auxiliar, de mármol Verde Oriental. Banquito de madera natural de Yuspe, mesa lateral, de Tortuga. Alfombra de El Espartano.

Hall de acceso de servicio con solados de porcelanato Vite, provistos por Eliplay, y parquet de roble Eslavonia en marquetería estilo Versailles, original de la vivienda. Las sillas son de El Yeite y las luminarias colgantes, de Dimm.

Cocina con mobiliario laqueado en blanco y mesada de Purastone Blanco Nube. Solado de porcelanato Vite, provisto por Eliplay. Revestimiento vertical de melamina símil roble americano de Egger. Obra de Aldana Strifezza. Electrodomésticos Ariston, bacha de Tramontina y grifería Piazza. Iluminación general y puntual de Paraná 201.

Palier y hall de acceso principal. Piso original de roble de Eslavonia en formato espina de pescado. Se revistieron las paredes con paneles de madera laqueada para acompañar la materialidad existente. Iluminación con artefactos de Paraná 201. Se incorporaron piezas puntuales: un bordado de Diga Ruth, un puf de Helmut y collages de Aldana Strifezza. Puertas originales.

Baño principal revestido con piezas Portobello Berliner Weiss, provistas por SBG. Mobiliario de madera laqueada con mesada de Purastone Blanco Nube y bachas dobles integradas. Espejo con marco diseñado a medida por herrería. Griferías Lounge Steel de acero, Piazza, hidromasaje de 1,80 × 0,90 m. Se conservó la puerta original con tablero y molduras existentes.

El balcón terraza, con visuales al parque, conserva solado y boiserie original. Mobiliario de madera de Galpón Osuna, sillones individuales de Números Primos y paisajismo en conjunto con Plantario.