Decoración Edición N° 196
UN MIRADOR AL RÍO
El Río de la Plata asoma desde los ventanales de este penthouse de Vicente López. “El entorno fue una de las prioridades al emprender esta reforma integral, cuyo objetivo […]
El Río de la Plata asoma desde los ventanales de este penthouse de Vicente López. “El entorno fue una de las prioridades al emprender esta reforma integral, cuyo objetivo principal fue maximizar las vistas hacia el río en cada uno de los espacios”, dice la arquitecta Carla Bechelli, recientemente galardonada con el premio internacional Architecture Masterprize.
Al iniciar el trabajo, los clientes mostraron al estudio la casa con jardín donde habían vivido durante cuarenta años y el penthouse que querían transformar en su vivienda nueva. Y les dieron libertad creativa para diseñar un espacio que pudiera reflejar su historia e identidad. “Nos enfocamos en reconocer cuáles son sus hábitos y vivencias en la antigua casa para plasmarlos en el nuevo proyecto”.
El estudio se propuso repensar la distribución del departamento, priorizando la funcionalidad y las necesidades del cliente. “Maximizamos la iluminación natural, la amplitud en cada ambiente, la conexión con la naturaleza y el disfrute de espacios exteriores”, cuenta Bechelli. Y agrega: “Proyectamos espacios integrados con grandes aberturas, optimizando las visuales y la conexión con el entorno. Para lograr esta amplitud eliminamos muros y reubicamos la escalera, liberando así las vistas al río en todos los ambientes”. Crearon entornos cuidadosamente pensados para los propietarios, profesionales activos y lectores. Generaron zonas de lectura y trabajo, con dos escritorios orientados hacia las aguas, para el disfrute del paisaje.
“Diseñamos un paisajismo que envuelve y abraza la terraza, incorporando algunos ejemplares de olivos y kinotos provenientes de su antigua casa, como una forma de apelar a la memoria de los propietarios. También implementamos espacios ideales para recibir amigos y familiares en la galería, la parrilla y la pileta”.
El deseo de la clienta de incorporar obras de arte los llevó a elegir una paleta sobria y elegante, con mobiliario en tonos grises que destaca los colores vibrantes de las piezas. “Este enfoque permitió crear un ambiente armónico y personalizado, donde cada obra y elemento contribuye a definir el carácter”.
La obra del comedor es de Pablo de Monte (Galería Jacques Martínez). Para este ambiente, se rescató la placa de la mesa original de la familia y la marmolería Ghio trabajó el borde alado tipo Saarinen, bajo la guía de diseño del estudio. La base central de hierro fue diseñada por Carla Bechelli Arquitectos. Las sillas son de Hábito. Los sillones del living son una adquisición previa de los propietarios, que se retapizaron en lino del Pacífico. Mesas ratonas (Hábito), iluminación (San Isidro Luz), alfombra (Rugit). La pieza de acrílico sobre tela en el living es de Julia Andreasevich. A la izquierda, la arquitecta Bechelli.
«El aspecto principal de nuestra propuesta fue maximizar las vistas al río en todos los espacios para disfrutar mejor del paisaje, ya que la casa tenía muchos muros y muebles empotrados que obstruían las vistas», cuenta la arquitecta. Además, se reemplazó el piso de todo el departamento para darle mayor uniformidad (Patagonia Flooring). “El sentido de colocación de los pisos de madera se proyecta hacia el horizonte, guiando las visuales de los espacios hacia el exterior”. Obra: Leopoldo Torres Agüero. Objetos de Gris Dimensión.
Una placa de mármol de piso a techo, sin uso, fue recuperada y reutilizada por el estudio para tomar protagonismo en el toilette. “El hijo del matrimonio la tenía en una baulera y un día los tres nos la mostraron para preguntarnos si era posible usarla en algún espacio”. La marmolería Ghio la cortó a la altura y el ancho necesario para lograr el efecto buscado por la arquitecta: un plano, detrás del espejo retroiluminado, donde la luz se refleja sobre la superficie veteada.
La escalera fue renovada en un estilo contemporáneo, con pisos de madera y pasamanos removibles que se pueden quitar y recolocar para facilitar el paso de muebles. «Siempre concebimos el diseño desde el punto de vista de la practicidad», explica. El vajillero, en madera y vidrio, está retroiluminado. Fue diseñado por el estudio y realizado por un carpintero.
Dormitorio principal: las mesas de luz son de María Burani, la obra es un grabado de Leopoldo Presas, y las flores de Ramo Estudio Floral. El espacio de lectura y trabajo cuenta con dos escritorios his & hers que miran al paisaje. Tiene puertas corredizas de piso a techo, muy anchas, que se embuten en los muros y permiten una circulación abierta. «Siempre que alguno necesite privacidad en su escritorio, puede cerrar una de las puertas». Este espacio se conecta con la terraza para disfrutar del exterior. Alfombra (Rugit), lámpara (San Isidro Luz).
El solado exterior es de Lifecycle. El deck simil madera envuelve todo el espacio que antes estaba revestido con porcelanato, un material frío. La mesa y las sillas (Coin Vert), junto con las poltronas (Mausy design), complementan la naturaleza de olivos y kinotos que se trajeron desde la casa con jardín en la que vivían anteriormente los propietarios. «El mismo día en que plantamos las nuevas especies del paisajismo en esta terraza, ubicada en el piso 15, los pájaros llegaron para darle vida».
Arquitectura, diseño interior y paisajismo: Carla Bechelli Arquitectos
Fotos: Arq. Daniela Mac Adden
Texto: Vivi Vallejos