EDICIÓN Nº 197
Paraíso escondido en Cruz Chica
Sobre las laderas de un cerro, en una edificación que pronto cumplirá cien años, funciona este complejo, rodeado de jardines y un gran bosque nativo. Despertar en alguna de […]
Sobre las laderas de un cerro, en una edificación que pronto cumplirá cien años, funciona este complejo, rodeado de jardines y un gran bosque nativo.
Despertar en alguna de las habitaciones del Hotel Sevilla es como viajar en el tiempo hasta los días de Renée Oster y el príncipe Charles de la Tour d’Auvergne, antiguos propietarios de la casa. Quien diseñó el hotel, el arquitecto León Dourge, dibujante del estudio de Alejandro Bustillo, también era francés. Había llegado por un trabajo y terminó cautivado por la belleza de las sierras. Su proyecto Casonas Serranas fundamentó, junto con otras residencias locales, el reconocimiento de La Cumbre como pueblo histórico por su valor arquitectónico. Se trata de construcciones de estilo español, con muros de piedra, tejas en los techos, ambientes amplios, miradores y balcones, rejas de hierro, mosaicos de Talavera y fuentes de mayólica.
En sus ventanales, un paisaje de fábula. El desayuno espera en el comedor de muebles de época o en la terraza, siempre con vista a los cerros. Después, sigue elegir si descansar en la pileta, perderse en el laberinto de antiguos jardines o participar de una caminata por la sierra hasta un río de montaña y una gran olla natural cavada entre las piedras.
Cultura en la naturaleza
Gerente de este hotel desde 2019, Darío Durban se desempeñó como director de Turismo y Cultura de La Cumbre durante ocho años. Comenzó su carrera muy joven como guía de turismo aventura y hoy tiene un conocimiento profundo de la historia local. Es el organizador de las caminatas por las sierras, un servicio clásico que ofrece cada mañana. Apasionado por su tarea, promueve el trabajo en red en Cruz Chica para fortalecer el corredor turístico entre La Cumbre y Los Cocos. “Tenemos muy buena hotelería y gastronomía en la zona. No tenemos un restaurante propio porque hay unos excelentes muy cerca. En cambio, potenciamos los atractivos de nuestro parque natural de 75 hectáreas”, explica. En ese sentido, en 2023 se inauguró un domo, y actualmente se proyectan dos más para enriquecer la experiencia en la naturaleza, altamente valorada por el turismo internacional. Mientras tanto, este año se prepara un gran festejo por los cien años de la casa, con actividades culturales que ya están en marcha como “Las noches del Sevilla”, donde una orquesta de cellos suena bajo el cielo estrellado de un valle verde entre los cerros.
En la ventana, vitraux original que representa el escudo familiar de la pareja de Gabriel Masle, quien encargó la construcción de la casona. Sillones de época y piso de pinotea original. Al centro, detalle de la fuente junto a la pileta, pieza de autor desconocido. Izq.: habitación “El príncipe”, donde dormía Charles de la Tour d’Auvergne. Espejo francés biselado de tres cuerpos. Arañas y tulipas originales.
Vista del domo, separado de la casa para respetar su estilo, con terraza y vista propia, orientada al paisaje serrano.
Detalle del interior, sillas BKF, alfombra de lana de oveja, cubrecama en lino crudo y verde musgo.
Texto: Pablo Sáez