Arquitectura
DISEÑO EN SU JUSTA MEDIDA
“Debía tomarlo con inteligencia, economía y practicidad”, dice la arquitecta Paula de Elia al referirse al proyecto de interiorismo y arquitectura de este departamento, ubicado en las cercanías de […]
“Debía tomarlo con inteligencia, economía y practicidad”, dice la arquitecta Paula de Elia al referirse al proyecto de interiorismo y arquitectura de este departamento, ubicado en las cercanías de su estudio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que iba a transformar en su casa. “Se trataba de una vivienda para mí sola, ya que mis hijos ya no viven conmigo y quería sentirme como en un hotel en esta nueva etapa”. Su colega Pablo Sánchez Elia, a quien respeta y elogia, había trabajado previamente en los espacios de la vivienda, por lo que decidió mantener la estructura existente: “Me pareció acertado el layout, así como la elección de los pisos de travertino, los revestimientos y los herrajes. Esto fue una novedad, porque cada vez que avanzo en una obra hago refacciones estructurales”. Y agrega: “A veces, a los arquitectos nos resulta difícil resistirnos a la tentación de intervenir todo. En este caso, era clave tocar lo menos posible, ya que de lo contrario podía generarse un efecto dominó. Por eso me enfoqué en reforzar y mejorar lo que el lugar ya ofrecía”.
Paula quería un espacio luminoso, con ventilación cruzada, circulaciones amplias y de dimensiones importantes. “La suite es inmensa y el baño es desproporcionadamente grande, lo que remite a un cuarto de baño”. El departamento es altamente funcional: tiene puertas dobles que, al abrirse, generan una comunicación espacial y visual muy fluida. También hay puertas corredizas en la cocina, que la conectan con el living, y entre el comedor y la biblioteca, lo que habilita crear ambientes versátiles para el trabajo. “Todo está simplificado al máximo”.
La paleta de colores es neutra y también temporaria. “Practico la idea de lo no permanente y dejo abierta la posibilidad de modificar los colores, sumar nuevos cuadros, almohadones, texturas, materiales. También reemplazo cada tanto los muebles: muchos de los que tenía los mudamos a las casas de mis hijos”, explica. “Vivo con la perspectiva del cambio y el concepto de lo atemporal fue mi punto de referencia en este diseño”.
Una biblioteca de la firma Federico Churba, conformada por una estructura de hierro macizo con estantes de chapa. En el living, una lámpara Kelvin de Iluminación Agüero, sillones de Laura O, carro de bar de Antonio Citterio, mesa baja (Pablo Ledesma). En la pared, un óleo de Oscar Bony de la serie Cielos.
La mesa de madera del comedor es de Pablo Ledesma y las sillas Cab son un diseño italiano. Sillón circular ByB, que mira hacia la ventana (Gris Dimensión). Alfombras Klasis de Kalpakian.
En el pasillo, una serie de obras de arte: a la izquierda, un collage de Kenneth Kemble y el lienzo Desnudos de Paula de Elia; a la derecha, una escultura en piedra del artista Pablo Larreta. Luminarias (Iluminación Agüero). Pisos de travertino.
Cama Gervasoni en el dormitorio. Alfombra Monograma, que forma parte de la colección Posh diseñada por Paula de Elia para Kalpakian. Mesa de luz (Pablo Ledesma) y lámpara Melampo con pantalla de seda (Iluminación Agüero). Cortinas de lino blanco. En el hall, una pintura abstracta de la arquitectura y artista. A la izquierda, una obra de formato pequeño de Adrián Doura.
En la entrada al cuarto de baño, una obra de Renata Schussheim y una fotografía de Azul Zorraquín. Sobre el vanitory, una lámpara de la firma italiana Artemide (Iluminación Agüero).
Vestidor: sillón Hosu de la arquitecta y diseñadora española Patricia Urquiola. Sobre la pared, una pieza de Eduardo Giménez de la serie Fancy Monas. Lámpara Globe de Artemide (Iluminación Agüero).
Retrato de la arquitecta y artista Paula de Elia. Detrás, una de sus obras cuelga sobre la pared del pasillo.
Estudio: Paula de Elia.
Texto: Vivi Vallejos