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Showroom De Stefano Ciudadela
Visitar este espacio de exposición es una experiencia estética única. Aporta enorme valor al encuentro de los materiales y objetos de excelencia que distribuye la tradicional firma De Stefano, quien […]
Visitar este espacio de exposición es una experiencia estética única. Aporta enorme valor al encuentro de los materiales y objetos de excelencia que distribuye la tradicional firma De Stefano, quien tiene además la representación de la prestigiosa marca japonesa Toto en Argentina.
Entrevistamos al Arquitecto Arturo Grimaldi, quien diseñó con su estudio el Showroom, que contó con dirección de obra del Arquitecto Federico Oromi.
¿Cuál fue el concepto que utilizaron para crear los espacios?
Son sistemas expositivos, museográficos, que nos permitieron ordenar los espacios con características escenográficas: por un lado, un lugar donde se exponen mármoles, granitos y sus derivados; y otro lugar, con otras características, dedicado a los productos de Toto.
Es muy interesante la creación de espacios a través de cortinas…
El sistema expositivo necesitaba fragmentarse por la diversidad de productos de Toto. La transición entre habitaciones virtuales a través de las cortinas, permiten distribuirlos y a la vez, tener una lectura de unidad por la transparencia que tienen. Nos interesaba esa sensación de atravesar cortinas de hilo, que evoca de alguna manera la relación de los cuerpos con el agua, una cosa muy suave, que te toca. Toto se caracteriza, no sólo por la síntesis y la eficiencia de sus productos, sino también, por el tratamiento del agua: limpieza, capacidad, higiene, y responsabilidad con el medio ambiente.
¿Cómo resolvieron la integración del hormigón en la muestra?
En las dos plantas la estructura era algo confusa. Nos pareció mejor resaltarla, que se entienda que no es parte del sistema expositivo, pero que hay que aceptarla y vivir con ella.
Es notable cómo se orienta la mirada del visitante sobre materiales y objetos expuestos…
En la planta baja hay una cuestión de dispositivo museográfico, de vitrina, para la exposición de los mármoles, y las placas. También nos interesaba esa relación de ambigüedad entre el gran galpón con sus puentes grúas moviendo las placas, y su tratamiento como obra en la sala. Tienen soportes donde, a medida que De Stefano aporta nuevos materiales, los exponemos y valoramos de manera diferente a cómo se lo hace en la fábrica.
Texto: Pablo Sáez.