Arquitectura  Edición Nº193 

ESCENOGRAFÍA DE UN VIAJE

“Cuando abrís la puerta del ascensor te bajás a una caja azul y ahí empezás a viajar”, así describe Javier Iturrioz el primer impacto al ingresar al departamento de 500 […]

Sillones y dressoire de Saráchaga, caballo Tang de Norberto Medrano, cuadros de Catalina Swinburn de El Sótano, araña art déco de Hernani. Apertura: Sofás de Azcue, alfombra de Jt. Pfeiffer, mesas y lámparas de Rambo, chimenea Luis XVI de bardiglio y carrara.
El estudio Montes Iturrioz Arquitectos recuperó los pisos de mármol botticino original del hall de entrada. Paredes con boiserie laqueada en azul oscuro y con papel de Vescom azul claro, dressoire y floreros de Rambo.

“Cuando abrís la puerta del ascensor te bajás a una caja azul y ahí empezás a viajar”, así describe Javier Iturrioz el primer impacto al ingresar al departamento de 500 metros que intervino, junto a su socio Leopoldo Montes, en un primer piso sobre la avenida Alvear. Durante los nueve meses que duró la obra, unieron ambientes para crear suites con vestidor, agrandaron las ventanas que dan al jardín, recuperaron los pisos de roble de eslavonia y reemplazaron las chimeneas e instalaciones.

Las antigüedades de Mayflower, Rambo y Saráchaga conviven con los muebles de líneas contemporáneas de Azcue y Roche Bobois y los géneros de Ronchamp. El papagayo del cuadro es una figura central que aparece de diversas formas en el proyecto de diseño interior.
Mesa de comedor de Azcue, sillas de Ronchamp estilo imperio tapizadas en chenille oro, alfombra de Jt. Pfeiffer, apliques de Maison Jansen de Hernani Antiques, lámpara de Serge Mouille traida de París por Piazza Navona.

“La propietaria nos pidió un diseño de interiores escenográfico, algo que a mí me sale de manera intuitiva. Soy ecléctico y arriesgado, manejo muy bien el color. Muchas veces encuentro una pieza que me gusta y el diseño empieza a girar alrededor de eso”. El hall de entrada, con sus paredes en dos tonos de azul y objetos decorativos en dorado, anticipa lo que vendrá después: mucho color y variedad de estilos decorativos en piezas adquiridas en casas de antigüedades —art déco, oriental, Luis XV—, pero actualizadas con otras de diseño contemporáneo. En el living, el verde de los árboles del parque ingresa por el ventanal y tiñe de esmeralda el terciopelo de los sillones —comprado en Rubelli de Venecia por Ronchamp—.

“La cocina original estaba compartimentada, la reformamos íntegra porque priorizamos los ambientes amplios”, dice el arquitecto. Pisos de porcellanato simil madera, mesada de silestone crema minerva y muebles laqueados. Gansos de porcelana comprados en Saráchaga.
La impronta art déco del toilette es una consecuencia de la sintonía que el movimiento tiene, según Iturrioz, con la estética oriental del proyecto. Bacha de mármol emperador, papel color champagne de Vescom, apliques de Rago.
Sobre el secretaire de Saráchaga, lámparas con pantallas plisadas de Casa Vázquez y obra de Paul Chabas. Mesas de luz de Piazza Navona con lámparas de Saráchaga, escultura en mármol de Norberto Medrano, chaise longue aterciopelada de Hernani, alfombra de Rugit.
El biombo oriental de Hernani Antiques, dispuesto como cabecero de cama, fue lo primero que compró el arquitecto para la suite, lo que determinó el encargo del chandellier con forma de pagoda y cristales a la artista Micaela Tuffano.

“También me encanta el monocromo: un solo color para toda la caja, como en el comedor y la biblioteca. Queda mucho más teatral”. Los tonos neutros están reservados para las áreas privadas: los dos cuartos de los dueños y el de invitados, la sala de tv, los baños y la cocina, que funcionan como “puntos de descanso visual”. Se destaca la presencia lúdica de cuadros, esculturas, peking glass y adornos de papagayos: “Podemos imaginar que el loro del cuadro de la biblioteca voló al jardín, donde hay una escultura de esa figura en porcelana, y después se detuvo en las ramas del biombo dorado”.

El jardín ilumina el cuarto del propietario, el estar y la biblioteca. Sus pisos de porcelanatto italiano y la pérgola con el triage, los espejos y las plantas crean la ilusión de habitar una casa. El perro de porcelana observa desde el estar.

A pesar de que cada ambiente tiene su impronta, el arquitecto revela que el arte hermana todo y es el hilo conductor. “Colgamos cuadros en los baños, pasillos y zona de servicio”. La colección de las obras de arte es el resultado de excursiones a Mayflower, Circe, Galería Barro y Medrano, muchas veces acompañado por su clienta.

Estudio: Montes Iturrioz Arquitectos.

Fotos: Arq. Daniela Mac Adden.

Texto: Marina Aranda.

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